LA IMPORTANCIA DE LA LIMPIEZA
La mayoría de nosotros vive en grandes ciudades, por lo que es común que nuestra piel esté en contacto con diferentes contaminantes, ya sea el medio ambiente o el humo de autos o cigarros. Y aunque hagamos una limpieza facial diaria, estos agentes pueden acumularse en nuestra piel, causando envejecimiento prematuro. Además, estas partículas, combinadas con el sudor y con las células muertas, pueden obstruir los poros y causar brotes.
QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER AL LIMPIAR TU PIEL
Antes que todo, para mantener una piel visiblemente más sana y joven es esencial remover el maquillaje todas las noches. Si no lo haces, puede haber productos, como las bases, que obstruyen los poros y resecan, dificultando el proceso de rejuvenecimiento durante la noche.
En segundo lugar, usa un producto limpiador suave que no deshidrate tu piel. Este paso ayuda a remover el exceso de grasa, impurezas y contaminantes. Debes de considerar que, si tu piel no está completamente limpia, productos como la crema de ojos, sérum o crema hidratante no funcionan adecuadamente, ¡lo que puede ser un desperdicio de dinero y tiempo!
Si aún no lo haces, comienza a limpiar tu piel dos veces al día. Mientras duermes, tu cuerpo pierde su nivel de agua en el cuerpo al respirar y sudar, por lo que, cuando despiertes en la mañana, tu piel necesita limpieza e hidratación. En las noches, debes de limpiar tu cutis de todas las impurezas que has acumulado durante todo el día, con esto, creas un ambiente óptimo para absorber la crema hidratante, de forma que, ayudas a que el proceso de recuperación natural suceda durante toda la noche.
LOS BENEFICIOS DE TONIFICAR
Tonificar es una parte importante de la limpieza, pues ayuda a balancear los niveles de hidratación, mientras remueve los últimos residuos de maquillaje que puedan estar en los poros. Un buen tónico dejará tu piel fresca y suave.
