1. INVIERTE MÁS EN LA RUTINA DE CUIDADO DE LA PIEL QUE EN MAQUILLAJE
Cuando tienes niños pequeños, dormir bien es un placer muy poco común, y el efecto de estas noches se empieza a reflejar en tu piel. Cuando no duermes bien, tu cuerpo produce cortisol, este puede afectar tus niveles de colágeno y causar resequedad, hinchazón y ojeras bajo los ojos. Si tienes que escoger, te recomendamos priorizar el cuidado de la piel sobre un maquillaje perfecto, ya que hay condiciones que no se pueden corregir con el maquillaje, y la salud de la piel es una de ellas. Hidratar profundamente y usar productos que se enfoquen en las líneas de expresión y en las ojeras te harán lucir siempre despierta.
2. NO OLVIDES EL FPS
Es muy importante que nunca olvides aplicar un protector solar a tus hijos, pero es igual de importante que no olvides usarlo tú también. Cuando eres mamá, es indispensable que protejas tu piel del sol, ya que las hormonas del embarazo pueden causar manchas. Además, si no duermes bien, tu piel puede lucir estresada y las líneas de expresión pueden aparecer. ¡Siempre lleva un buen protector solar en tu bolsa, así podrás aplicarlo fuera de casa!
3. GUARDA UN DÍA PARA CONSENTIRTE
Cuando estamos ocupados puede ser difícil contar con el tiempo para usar mascarillas, o tener una rutina de cuidado de la piel. Sin embargo, hacer un espacio a la semana para consentirte no solo hará que tu piel luzca bien, también te hará sentir relajada y feliz. Escoge un día a la semana para consentirte con una mascarilla o usar un tratamiento hidratante. ¡Tu piel y familia te lo agradecerán!
4. INVIERTE EN BUENOS PRODUCTOS
Para una mamá ocupada, el tiempo libre, es sagrado. Cuando destinas un poco de este preciado tiempo para cuidar tu piel, es importante que no lo desperdicies usando productos poco efectivos. Invierte un poco más en productos de alta calidad que se enfoquen en tu edad y tipo de piel. Un buen limpiador, crema de ojos, sérum e hidratante pueden hacer mucho por tu piel.